Cuando se navega sin compromiso cerca de puerto, no tener la vela adecuada para un viento adverso o la escasez total de viento por un periodo prolongado no es un gran problema. En mar abierto, sin embargo, dependemos de las velas, por lo que un inventario adecuado para cada condición es importante.

Las velas standard provistas por los astilleros son una mayor y un génova básicos de regular calidad. Aunque muchos barcos usen esto, no puede pensarse en una navegación seria solo con estas dos velas. El punto débil siempre es el génova que no puede adaptarse a las distintas condiciones, parcialmente enrollado adoptando una forma horrible y además puede romperse. Pensar en un inventario vélico adecuado y cómo manejarlo con seguridad puede servir para hacer un plan para una navegación más segura y eficiente.

La mayor tiene más recursos para adaptarse al viento y el génova tiene menos, por lo que lo óptimo es establecer cuál es el tamaño de génova más pequeño para cada barco en particular que nos permita navegar en rumbos cerrados al viento a una velocidad conveniente, teniendo en cuenta que, de crucero, con menos de 5 nudos de viento vamos a motor.

Si el génova no es muy grande se enrollará mejor y permitirá navegar rizado con una superficie lógica. Cuánto se puede rizar un génova tiene relación directa con cuánta superficie será enrollada, su material, diseño y tiempo de uso.

Las velas standard de astillero serán mucho peores cuando se las riza. Serán un triángulo de tela más pequeño pero su perfil aerodinámico solo producirá escora pero no velocidad. Las comparaciones de una superficie más grande o pequeña no son verdaderas en la práctica, si no se toma en cuenta la forma de las velas, la capacidad del material y el diseño para mantener la forma adecuada desplegada y parcialmente enrollada.

Un inventario vélico adecuado y manejarlo con seguridad permite una navegación más segura y eficiente

El desarrollo de velas portantes, códigos 0 y gennakers enrollables cubre un espacio enorme de ángulos de viento aparente, sobre todo con poco viento, y mantiene el barco siempre en movimiento. Esto permite diseñar velas de proa de menores dimensiones, muy eficientes en ceñida y que, al ser más pequeñas, admiten un rizado mucho más lógico.

La incorporación en estas velas de sables verticales, de fácil enrollado, las hace más eficientes con una salida recta sin el efecto gancho de los génovas standard. Además los sables permiten una baluma ligeramente positiva generando una potencia extra.

Siempre es tema de discusión la diferencia de área entre una vela de 135% de LPG y una de 110%, pero como puede verse en el dibujo adjunto la diferencia de superficie entre los dos diseños no es muy grande, más teniendo en cuenta la baluma recta o ligeramente positiva y la salida limpia sin el típico gancho de baluma en los génovas enrollables 135%.

Algunos optan por mantener el génova tradicional de 135% o 140% combinándolo con una trinquetilla instalada en un segundo estay con enrollador convencional o con enrollado sobre cabo antitorsión, algo inobjetable en barcos de más de 50 pies y discutible en unidades más pequeñas y, sobre todo, más caro.