Ya lo sabemos, usted quiere velas de crucero duraderas en las que pueda confiar y que no le cuesten un ojo de la cara. No forma parte de sus prioridades ir a tres decimas de nudo más rápido, sobre todo navegando, como todo barco de crucero, con una casa a cuestas. ¿Realmente podemos mejorar sin llevar un equipo de regatas?
En principio deberíamos redefinir el concepto de velocidad -que de por sí no es malo- por el de performance, más abarcador y con muchas ventajas asociadas. ¿Acaso la performance no es un criterio básico de diseño de yates? Personalmente puedo decir que sí lo es. Yo, un anacrónico que navega desde la década del 50, he cambiando el concepto de navegación de crucero y performance
No tenemos por que navegar luchando con el timón, la escora excesiva o tener que empezar a rizar prematuramente por velas bolsudas que no se van a romper pero que han perdido completamente su forma. También se trata de la funcionalidad de los sistemas en los que confía para facilitar la navegación, como el de su vela mayor en el mástil, que con velas estiradas son un peligro potencial cuando no quieren desenrollarse o enrollarse.
También se trata de hacer que un pequeño número de velas cubra un gran espectro de vientos y de que su sistema de dirección automática funcione mejor. La realidad es que los criterios de diseño para una buena vela de crucero hacen que sea más difícil de construir que una vela de regatas, donde el enfoque es más específico. Desafortunadamente muchos barcos de crucero hacen un sacrificio importante a su capacidad de ceñida en el nombre del confort, centro de gravedad alto, estructura al viento importante, biminis, cerramientos, peso excesivo… ¿Por qué entonces hacerlo todavía mas difícil con velas ineficientes? El estiramiento va en función del peso, barcos pesados o más grandes hacen más difícil de mantener la forma de las velas, razón por la que las de membrana son la opción más razonable cuando hablamos de estiramiento.
En la actualidad es difícil de encontrar un velero de crucero sin enrollador de génova donde una sola vela deba hacerlo todo, lo suficientemente potente como para navegar con vientos suaves y pequeña y plana con vientos fuertes.
Las membranas son diseñadas específicamente para cada barco, peculiaridades y planes de navegación. Los programas de diseño permiten predecir el esfuerzo en cada parte de la vela y ubicar la cantidad de fibras para controlarla y la orientación perfecta. El conjunto es laminando y cubierto con tafetas para protegerlo del roce y enrollado. Resultado una vela del perfil suave, ligera y de bajo estiramiento en función de la fibras utilizadas, sean polyester, kevlar, carbono etcétera. La durabilidad es un factor importante pero para confrontarlo hay que dividirlo en cuánto dura una vela sin romperse o cuánto tiempo sigue navegando sin perder la forma, y es allí donde las membranas tiene ventaja. Por lo que la performance en navegación de crucero está concentrada en reducir el estiramiento, y las membranas son la respuesta.