En la época del IOR surgían continuas novedades para exprimir la fórmula al máximo con el fin de medir menos, a veces a costa de la seguridad y al borde de la ilegalidad

El Blooper, la vela gratis del IOR.

La época de la formula IOR era muy divertida porque surgían continuas novedades: diseñadores, fabricantes de vela, de mástiles y entusiastas no profesionales buscaban la manera de exprimir la fórmula al máximo para lograr medir menos, a veces a costa de la seguridad y al borde de la ilegalidad.

Los barcos de la IOR portaban velas de proa gigantes en relación con una mayor pequeña y angosta. Los spinnakers hacían rolar de una banda a la otra y a veces terminaba con una tumbada (broach o irse de orzada) porque el spinnaker no podía ser compensado por una mayor tan pequeña. También es cierto que las formas del casco no contribuían  a mantener el rumbo. Un staysail o trinquetilla ligera acuartelada ayudaba pero no lo suficiente con viento fresco. Las infatigables mentes ingeniaron el izar una vela por sotavento y se desarrolló una vela especial de Nylon, más ligera y flexible que se llamó blooper. El grátil era exageradamente negativo para medir como un génova, desplazando la mayor superficie de la vela por fuera del socaire de la mayor. Aunque la primera intención fue ganar superficie y velocidad, resultó que también proporcionaba equilibrio.

Como ninguno de los tres extremos de la vela era fijo,  había que estar muy atento. El truco era soltar amura, driza y escota para que volara lejos de la mayor como si fuera una cometa, todo esto con el riesgo de colapso, flameo o que cayera al agua. La tripulación debía recoger rápidamente driza, porque una vez en el agua la vela se transformaba en una red de pesca que detenía el barco completamente.

El blooper fue definida por algunos navegantes como una «vela voladora infernal», casi incontrolable, que muchas veces terminaba en el agua. Sin embargo hubo consenso sobre el papel del blooper para ayudar a estabilizar el barco, así como para aumentar la velocidad, sin dejar de cumplir con las reglas de la formula y, sobre todo, sin aumentar el rating … era gratis.

Los bloopers están prohibidos  en las fórmulas actuales, pero en barcos anteriores a 1985 en que formaban parte de su inventario vélico se pueden usar para compensar el spinnaker. Otro tema que siempre fue motivo de discusión y modificación en la fórmula que los medía, son los sables o battens. En cuanto aparecieron las maneras de medir el rendimiento de los barcos, las longitudes de los sables fueron de interés para los creadores de reglas. Era obvio que a sables más largos, mayor superficie de  velas mayores y foques, por lo que en un principio y hasta lel IOR y CCA la regulación se hizo limitando la longitud del sable.

El velero podía diseñar y fabricar la vela del tamaño que quisiera pero con un tamaño de sable determinado por la fórmula que era ridículamente pequeño, por lo que el alunamiento de las balumas en esos tiempo era inexistente. Paralelamente la popularidad de los catamaranes que portaban balumas gigantes con sables largos (los juncos chinos los usan desde hace siglos) comenzó a hacer cambiar las mentes, además los barcos de crucero comenzaron a usar sables largos porque las velas flameaban menos y duraban más. Finalmente, la aparición del IMS cambió el concepto midiendo el ancho de vela para determinar su superficie, independientemente del largo  y de los sables ya que se concluyó que el largo de los sables no tenia efecto sobre la velocidad del yate  sino la superficie de la vela. La velocidad proviene de dos cosas: la forma de la vela y su superficie. La longitud del sable realmente no mejora la forma de una vela nueva, solo hace que una vela vieja luzca como nueva por más tiempo. Esto no es algo a penalizar.